A 10 años del partido despedida y de «la pelota no se mancha»

El 10 de noviembre de 2001 se realizó en la cancha de Boca el partido homenaje a Diego Maradona. Por un lado jugó la Selección Argentina. Por el otro, un combinado de estrellas mundiales, amigas además de Maradona (Higuita, Valderrama, Stoichkov, etc.).

Ya escribí en este mismo blog (entrada del 3 de octubre de 2009) que creo que las palabras que pronunció Maradona aquel día son una guía útil para entender todas sus palabras, es decir, para descubrir cuál es el «verdadero» Maradona. Hoy me limito a recordar aquella emotiva jornada.

Cómo entender a Maradona (el “espíritu” de sus palabras)

En Derecho se distingue entre la “letra” de la Ley y su “espíritu”. Aquella es lo que cualquiera puede leer, por lo que puede quedar sujeta a distintas interpretaciones. En caso de duda, una posibilidad es recurrir a su “espíritu”, es decir, a los motivos que la provocaron, a la intención del legislador, a la esencia de la Ley.

Maradona es una persona que no se calla lo que piensa y que además es algo irascible, características que se conjugan para que pueda caer en exabruptos u opiniones no suficientemente meditadas. Tampoco puede olvidarse que Maradona ha vivido sometido a una presión periodística continua desde, aproximadamente, los 18 años de edad. A lo largo de los años se le ha pedido su opinión acerca de cualquier tema (deporte, política nacional y internacional, cine, música, moda, personajes varios, etc.), incluso cuando se encontraba bajo los efectos de estupefacientes o muy cerca de la muerte (recuerdo ese reportaje en TV, con un Maradona de traje y corbata, gordísimo, con una voz apenas audible).