Hoy, 20 de octubre de 2011, se cumplen 35 años de la primera participación de Diego Maradona en un partido de fútbol profesional. Ese día se inició el camino más glorioso de la historia del fúbol argentino (la foto es de aquel partido).
Aquel día, con el número 16 en su espalda, Maradona jugó por primera vez para Argentinos Juniors. Ingresó al inicio del segundo tiempo reemplazando a Giacobetti. No quiero repetir lo que muchos ya saben. Que el partido terminó con derrota del equipo de Maradona, por 1 a 0, frente al cordobés Talleres, que en ese entonces contaba con jugadores que un año y medio después se consagrarían campeones del mundo (Luis Galván, Daniel Valencia, etc.). Que a pesar de la derrota, Maradona descolló, al punto de «tirar un caño».
Hoy prefiero recordar que ese día, para ir a la cancha, Maradona se vistió con una camisa blanca y con el único pantalón que tenía. Uno de corderoy turquesa, totalmente inadecuado para la alta temperatura de había en Buenos Aires aquella tarde. Maradona oyó hablar de la posiblidad de cobrar un premio en caso de ganar. Y pensó: «por ahí me compro otro pantalón«.
Dejo a continuación un vídeo con jugadas de Maradona de aquella etapa de Argentinos Juniors, y transcribo después el mejor artículo que encontré referido a esta efemérides.
La aparición. Tres décadas y media pasaron de la llegada de Diego. Dios quiso que sea aquí.
20/10/2011, por Julio Moya, en el diario Día a Día de Córdoba.
Eduardo Sacheri escribiría que “lo raro empezó después”. Pero no, lo raro empezó ahí mismo. Esa primera foto de verlo debajo de su melena sentado en el banco. Y sí, vaya si no es una rareza. Pero el conmocionante prefacio no fue menos conmocionante en su epílogo. La historia de la pelota no se escribe sólo a partir de Di Stéfano o de Pelé. Hay un antes y un después de Maradona. No hay nada para objetar. Maradona es la representación de la era moderna de la pelota. Y hoy, en tiempos canónicos, es cuestión de repasar en la futbolteca de la historia. No habrá otro igual. No habrá otro más. No habrá más nadie como él. Es lo que las pruebas acreditan en esta actualidad, post Diego.
Lo objetivo: En medio de la peor dictadura Argentina, asomó en su ingenuidad de 15 años ante un Talleres que venció a su Argentinos Juniors 1-0 con gol de Luis Antonio Ludueña, un miércoles 20 de octubre de 1976, día gris con poca población de hinchas en la Paternal.
Lo subjetivo: Con el debut de Diego Maradona, en el fútbol, las leyes de la física se alteraron; la composición química del oxígeno se trastocó y la metafísica encontró documentación fehaciente de cómo se podía visualizar el desprendimiento del alma del cuerpo. Maradona germinó en el fútbol como la semilla irrepetible. Nos regaló las mejores alegrías y las frustraciones de sus derrotas, de sus caídas humanas. Otro fútbol se escribe después de Maradona. Por más que Messi sea hoy el becerro de oro al que debemos arrojar nuestras flores, queda ese dejo de espera de aquella luz irrepetible, mágica, incandescente y acompañada del imán que atrae esa mezcla despareja y pendular entre la gloria y el heroísmo.
Sacheri escribiría que “lo raro empezó después”… No, empezó hace 35 años.
GRACIAS MARADONA 
ANTES Y DESPUES DE MARADONA, DE ESA MANERA TENDRÍA QUE DIVIDIRSE LA HISTORIA DEL FUTBOL, POR QUE COMO MARADONA, NADIE LA TOCO, NADIE LA ACARICIO, NADIE LE DIO EL EFECTO A LA PELOTA, NADIE DRIBLIO; LA TECNICA SUBLIME DE MARADONA HACE VER A MESSI COMO UN LOQUITO Y A PELE COMO UN ALBAÑIL; EL TOQUE DIVINO, MAGICO Y SUBLIME DE MARADONA NUNCA LO TENDRA MESSI, NI LO TUVO PELE; MESSI NO TIENE EL TIRO LIBRE EXQUISITO DE MARADONA , PELE TAMPOCO, MESSI NO LA PASA COMO MARADONA, PELE NI EN SUEÑOS; EL DRIBLING DE MARADONA, ARMONICO, PLASTICO, CON SALIDAS POR IZQUIERDA O DERECHA, EN VELOCIDAD Y EN VELOCIDAD «0», EN PEQUEÑOS ESPACIOS Y EN LARGOS TRANCOS, NO LO TIENE MESSI QUE DRIBLEA SIEMPRE EN DIAGONAL, Y POR LA IZQUIERDA Y SOLO EN ESPACIOS LARGOS Y EN VELOCIDAD, NUNCA EN CORTO; PELE NI QUE DECIR DRIBLEO COMO SEA, HABIL PERO SIN LA SUTILEZA DEL DIEGO.